Los productos tóxicos en la vida cotidiana

Información sobre productos tóxicos presentes en nuestro entorno

Productos de limpieza

Contaminantes orgánicos persistentes (COPS)

Qué son

Tanto en nuestros hogares como en nuestras actividades rutinarias estamos expuestos a los efectos de las diferentes sustancias químicas presentes en nuestro entorno.  En el interior de las viviendas convivimos con productos de desinfección, insecticidas, de limpieza, cosméticos, ambientadores, plásticos de envoltorios, etc.

Muchos de estos productos son contaminantes orgánicos persistentes (COP) y pueden comportarse como disruptores endocrinos (DE). Son capaces de interferir con la biosíntesis, el metabolismo o la acción de las hormonas endógenas del sistema endocrino, pudiendo ocasionar daños sobre la salud humana, así como de otras especies.

Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) también conocidos por sus siglas en inglés POP (persistent organic pollutants), son un conjunto de sustancias químicas cuyas características las hacen peligrosas, motivo por el cual su difusión representa un riesgo difícil de controlar tras ser liberados al medio.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en 2004 el Convenio de Estocolmo, instrumento jurídicamente vinculante cuyo objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los COP.  Una de sus medidas es promover el intercambio de información, la sensibilización y la educación para que todos los ciudadanos tengan conciencia del peligro real que suponen.

La Comisión Europea ratifico el Convenio de Estocolmo y elaboró el Reglamento (CE) Nº 850/2004, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes. Dicho reglamento establece la obligación de elaborar Planes Nacionales de Aplicación (PNA).

En España el PNA se aprobó en 2007, siendo revisado en 2013. El Centro Nacional de Referencia sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (CNRCOP) se encarga de coordinar la implementación del PNA.

Los COP presentan las siguientes características:

  • persistencia, pueden permanecer inalterados durante años o décadas en el medio y en los tejidos de los organismos.
  • bioacumulación, se disuelven mejor en grasas que en agua y por ello se acumulan en los organismos.
  • transportables a gran distancia en el medio, son volátiles y persistentes lo que hace posible su transporte atmosférico y marino a grandes distancias.
  • toxicidad, pueden provocar graves efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.

Quiénes son

Los COP recogidos en el Convenio de Estocolmo son:

12 COP iniciales 2001 “Docena Sucia” COP incluidos en 2009 COP incluido en 2011
Aldrina Alfa Hexaclorociclohexano * Endosulfan*
Clordano Beta Hexaclorociclohexano *  
DDT* Lindano*  
Dieldrina Pentaclorobenceno COP incluido en 2013
Endrina Hexabromobifenilo Hexabromociclodecano
Heptacloro* PBDE bromodieniléteres  
Mirex* Ácido perfluorooctano sulfónico y sus sales COP incluidos en 2015
Toxafeno* Fluoruro de sulfonilo perfluorooctano Pentaclorofenol *
Hexaclorobenceno * Clordecona Naftalenos policlorados
 
PCB Policlorobifenilos *   Hexaclorobutadieno
PCDD Dioxinas    
PCDF Furanos    

 

También son COP los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP) que se recogen en el Reglamento 850/2004.
(*) prohibida en la UE

Cómo se producen

El convenio de Estocolmo establece dos categorías de COP atendiendo a su origen:

  1. Fuentes de emisión intencional: proceden de instalaciones que utilizan, fabrican o comercializan alguna de las sustancias de los anexos A y B del Convenio, o los anexos 1 y 2 del Reglamento. Por ejemplo el ácido perfluoroctanoico (PFOS) sus sales y el fluoruro de perfluorooctanosulfonilo (PFOS-F).
  2. Fuente de emisión no intencional: proceden de instalaciones que pueden emitir algunos de los contaminantes del Anexo C del Convenio de Estocolmo o del Anexo III del Reglamento 850/2004 como consecuencia de su formación como subproductos derivada de reacciones químicas del proceso. Por ejemplo: las Dioxinas y Furanos que se producen en procesos industriales como procesos de incineración y combustión, industria química, producción de papel y depuración de aguas, etc.

Más información del origen del resto de COP y de los efectos sobre la salud humana y el medio ambiente (Ministerio para la Transición Ecológica) 

Consejos de uso productos con sustancias químicas

En nuestra vida cotidiana nos encontramos con sustancias químicas que contienen COP como por ejemplo los productos de limpieza, ropa y textiles, productos electrónicos y cosméticos y productos de higiene femenina. Para un uso más seguro recomendamos:

Productos de limpieza:

  • Comprobar las etiquetas de los productos.  Los pictogramas de peligro muestran el tipo de daño que el producto puede causar a la salud o al medio ambiente.
  • Usar detergentes respetuosos con el medio ambiente. Las etiquetas ecológicas oficiales nos aseguran de ello.
  • Seguir las instrucciones, especialmente en el caso de desatascadores de desagües y limpiadores del inodoro, detergentes de lavavajillas, agentes de descalcificación y limpiadores de horno.
  • Guardar los productos de limpieza fuera del alcance de los niños y los animales de compañía.

Más información en la web de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA)

Ropa y textil:

  • Lavar los textiles nuevos antes de usarlos
  • Elegir textiles con etiquetas ecológicas oficiales que certifican que el uso de sustancias químicas nocivas es limitado
  • Consultar si los textiles contienen sustancias extremadamente preocupantes

Más información en la web de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA)

Productos electrónicos:

  • Buscar productos con etiqueta ecológica que asegura que el uso de sustancias químicas nocivas fue menor.
  • Seleccionar productos con el marcado “CE”, el producto cumple los requisitos de seguridad establecidos por la Unión Europea.
  • Seguir las instrucciones del fabricante.
  • Usted tiene derecho a preguntar al comerciante si el dispositivo electrónico contiene sustancias extremadamente preocupantes.
  • Airear las habitaciones periódicamente.
  • Vigilar que los niños no muerdan o desatornillen los dispositivos electrónicos.

Más información en la web de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA)

Productos cosméticos e higiene femenina:

  • Leer las etiquetas de información y advertencia que facilitan los productores para poder evaluar los riesgos.
  • Leer la composición, los nanomateriales que componen algunos cosméticos deben estar etiquetados en la lista de ingredientes con el término «nano» entre paréntesis tras el nombre de la sustancia para identificarlos.

Más información en la web de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA)

Disruptores endocrinos

Un disruptor o alterador endocrino es una sustancia química capaz de alterar el equilibrio hormonal pudiendo repercutir negativamente en nuestro metabolismo, crecimiento, sueño e, incluso, en nuestro estado de ánimo. Estas sustancias químicas son en su mayoría artificiales y se encuentran en materiales como los plaguicidas, los metales, o los aditivos, o como contaminantes en los alimentos y los cosméticos.

Podemos vernos expuestos a alteradores endocrinos a través de los alimentos, el polvo, el agua y la inhalación de gases y partículas en el aire, o simplemente por contacto con la piel, por ejemplo, al aplicar productos de cuidado personal.  En ocasiones los efectos causados se observan únicamente una vez transcurrido mucho tiempo tras la exposición, y estos efectos también los pueden heredar generaciones futuras.

La UE ha identificado algunas de ellas «extremadamente preocupantes» (SEP) debido a sus propiedades de alteración endocrina:

  • Bisfenol A (BPA), se encuentra en la lista de sustancias candidatas para su autorización con arreglo al reglamento REACH.  En 2020 entrará en vigor su prohibición, dando tiempo para que el mercado encuentre alternativas más seguras, aunque ya está prohibido usarlo en la UE para biberones de bebes.
  • Ftalatos, entran en el medio ambiente mediante emisiones desde industrias que elaboran o usan esta sustancia. La principal aplicación de esta sustancia es su adición a los plásticos para hacer los productos más flexibles, entre ellos se encuentran manteles, baldosas, cortinas de baño, mangueras, ciertos juguetes, cables, etc.

Más información en la web de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA)

El etiquetado

Es una de las principales herramientas para prevenir y evitar los efectos nocivos de estas sustancias químicas en nuestra vida cotidiana. Interpretar correctamente la información de las etiquetas permite conocer la peligrosidad de estos productos, requisito imprescindible para evaluar sus riesgos y adoptar las medidas preventivas adecuadas.

El nuevo reglamento europeo, llamado CLP (Classification, Labeling and Packaging), impone un modelo uniforme de etiquetado que permite identificar claramente las sustancias y mezclas peligrosas.

La etiqueta contiene:

  • Pictogramas: Imágenes que comprenden un símbolo de advertencia y colores específicos concebidos para proporcionar información sobre los daños que una sustancia o una mezcla concreta pueden causar a nuestra salud o al medio ambiente.
  • Una explicación del significado del pictograma y consejos de prudencia, en los que se refiere cómo manejar el producto de forma segura y qué medidas debe adoptar si se expone al producto por accidente
  • Una «palabra de advertencia» que indica la gravedad del daño que puede causar un producto: «peligro» para los daños más graves, y «advertencia» para los menos graves.

Última actualización: 02/06/2024

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